Mi carrera ha sido una travesía llena de lecciones personales,colegas que se convierten en amigos y conocimientos compartidos entre sectores. Me considero una “polinizadora de saberes”, conectando personas, ideas y proyectos.
Comencé en consultoría legislativa y vendí seguros en un banco. Luego, en la fundación de un partido político, creamos museos y bibliotecas. Más adelante, me adentré en el servicio de consultoría.
Mi pasión por las organizaciones sociales creció coordinando la iniciativa Fondos a la Vista. A través de este proyecto pude conocer a cientos de organizaciones; me sorprendía ver que todas mostraban amor por su trabajo.
Ahí decidí que lo mío era ayudarlas a hacer mejor lo que ya hacían con el corazón.
Ahí decidí que lo mío era ayudarlas a hacer mejor lo que ya hacían con el corazón.
Mi maestría en Políticas Públicas se centró una metodología híbrida para la evaluación de proyectos sociales, y mi tesis fue premiada. Esto me llevó al Instituto Nacional de Evaluación de la Educación donde cursé mi doctorado.
En el camino, aprendí que el cambio surge cuando unimos voluntades y saberes. Cofundé Fortaevalúa, una OSC que acompaña a otras a tomar decisiones basadas en evidencia.
Mi trabajo en SERAJ ha sido una de las experiencias más transformadoras de mi carrera. Institucionalicé la organización, mejoré la comunicación, implementé monitoreo y evaluación, y brindamos apoyo ininterrumpido a la juventud durante la pandemia.
Este capítulo en SERAJ ha sido mi “postdoctorado” en el uso de evidencia para la toma de decisiones, y ha reforzado mi convicción de que la evidencia y el corazón pueden converger poderosamente para generar un cambio significativo.
Impulsé la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, una red de más de 80 organizaciones. Y formé parte de la Junta Directiva de la Liga Iberoamericana de organizaciones de la sociedad civil.
Polinizo a Fortaevalúa con lo aprendido en SERAJ.
Y soy docente en la Universidad del Medio Ambiente.
Mi pasión es fusionar rendición de cuentas, gestión por resultados y pensamiento sistémico.
Vivo en Valle de Bravo, cerca de la naturaleza, donde pienso y siento mejor. Estoy segura de que las soluciones a los problemas complejos requieren una mente y un corazón alineados.
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La razón también necesita
del corazón para decidir.
Amar la naturaleza. Viajar de manera sustentable, conectarme con la tierra y fluir en el bosque me da la paz interior que necesito en cada proyecto.
Dejar fluir mi creatividad. Amo ponerle color a mis recuerdos a través del scrapbook y el bullet journal ¡y lo que esté a mi alcance!.
Conectar mi espíritu. Hago journaling, voy a terapia, medito y agradezco. Soy una bruja orgullosa, entre velas, sahumerios y cantos encuentro y alineo mi propósito.
Darle sentido a mis palabras. Escribo para hacer consciencia, para desahogarme y conocerme, para jugar y romantizar la vida.